Bosques Nativos

En estos ambientes predominan las especies arbóreas. Estos ambientes constituyen parte del patrimonio natural, lo cual les otorga valor por el sólo hecho de existir. Además ofrecen innumerables beneficios a nivel ambiental y cultural. En Salto Grande se destacan dos tipos de bosques nativos:
Bosque ribereño: Es uno de los tipos de bosque nativo que crece en las márgenes de los cursos de agua, conformando asociaciones arbóreas ricas y diversas. Sobre la margen se desarrollan las especies con mayores requerimientos de agua (hidrófilas). Estas especies protegen las márgenes del río de la erosión generada por la corriente. Ejemplos: sarandí (Sebastiania schottiana), sauce (Salix humboldtiana), ceibo (Erythrina crista-galli).
En la franja intermedia del bosque se ubican los árboles con requerimientos hídricos menores a los anteriores, pero que a su vez no toleran condiciones de sequía o temperaturas extremas. Ejemplos: chal-chal (Allopylus edulis), pitanga (Eugenia uniflora), coronilla (Scutia buxifolia).
Hacia el borde exterior se instalan los que están mejor adaptados a resistir la escasez de agua, los vientos y los extremos de temperatura. Ejemplos: molle (Schinus longifolia), canelón (Myrsine laetevirens).
Bosque parque: Esta formación vegetal se caracterizada por la presencia de árboles de copa abierta y constituyen una transición entre la pradera y el bosque ribereño. Es un bosque típico de las planicies cercanas a las riberas del río Uruguay.
La alta fertilidad de los suelos en esta región motivó la sustitución del ambiente nativo por cultivos agrícolas intensivos. Como consecuencia de esta explotación, los bosques parque han sufrido un retroceso y en la actualidad se hallan una presencia reducida de este bosque, por lo que en el predio de Salto Grande se protegen las áreas ocupadas por este ecosistema.
Se pueden registrar además especies exóticas invasoras, como el paraíso y el ligustro así como también especies exóticas con fines forestales como el pino y eucaliptus".