Algunos peces, como el sábalo, el dorado, el surubí y la boga, se movilizan durante toda su vida realizando grandes migraciones a lo largo del río, con fines alimenticios, reproductivos o por cambios en la temperatura de las aguas. La construcción de represas impide que se efectúe con naturalidad el ciclo de migración de estas especies.
Para atenuar los efectos negativos del embalsado del río, se incorporaron en la estructura de la represa de Salto Grande, dos sistemas para el pasaje de peces.
Estas escalas, se componen de un conducto inclinado que vincula el lago de salto grande con el río Uruguay, a través de dos cámaras: superior e inferior.
